Tuesday, April 24, 2018

ISRAEL, ¿es realmente de Dios? Una iglesia confundida e indecisa

Queridos amigos y lectores,

Como seguidor de Cristo ¿cuál es su postura sobre Israel?

Israel es un enigma entre muchos cristianos hoy en día. Es una pena, porque no debería ser así. Por otro lado, a principios del primer siglo, Hechos capítulo 2 nos cuenta la historia de la iglesia naciente a partir de la resurrección de Cristo. El versículo 1 nos cuenta la historia para que todos la conozcamos. “Y como se cumplieron los días de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.”

Hoy, aproximadamente 2000 años después, NADIE puede señalar a la iglesia como UNÁNIME. El denominacionalismo  ha arrasado. De hecho, entre los 2,200 millones de creyentes que se calculan habitan la tierra, existen más de 30 mil denominaciones que oscilan en tamaño desde enormes hasta infinitesimales y ciertamente no se encuentran unánimes en cuanto a numerosas cuestiones, ¡una de las principales siendo ISREAL!

Primeramente preparemos el camino profético repasando lo que Dios tiene que decir sobre Isreal, Génesis 12:3. El escenario es uno en donde Abram (después llamado Abraham) es llamado por Dios mismo. “Y bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré: Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Debemos tomar en cuenta que en algunas versiones de la Biblia dice, “Maldeciré a aquellos que te menosprecian. De cualquier manera, ya sea que alguien maldiga a Israel o la menosprecie, está interponiéndose frente a una maldición divina por parte del Creador del Universo. Es cosa seria.

Como recordatorio, Abraham tuvo un hijo llamado Isaac quien a su vez tuvo un hijo llamado Jacob quien después fue llamado ISRAEL por Dios. Israel fue el padre de 12 hijos quienes fueron los padres de la nación de Israel. A ambos hijos, Isaac e Israel, Dios les reiteró su promesa de bendiciones y su otorgamiento de la posesión de la tierra que Israel con el tiempo llegaría a poseer. En ocasiones se me pregunta dónde se encuentran estas promesas en la Biblia. Para tu estudio y beneficio, mencionaré una lista de pasajes a continuación: Génesis 13:14-17, 15:1-7, 17:1-8 y 15-19, 22:16-18, 26:2-5 y 24, 28:13-15, 31:13, 35:9-12. Además, Dios hizo una promesa incondicional de bendición a través de la semilla de Abraham, 1) A la nación de Israel de heredar un territorio específico para siempre (Génesis 12:2, 15:18-21, 17:7-8). 2) A las naciones gentiles (Génesis 12:3). A la iglesia de Cristo (Gálatas 3:16, 28-29).

Abraham efectivamente tuvo otro hijo con el nombre de Ismael a quien quiso mucho. Él también recibió promesas de pacto por parte de Dios pero estas promesas eran completamente separadas y distintas a las promesas y pactos hechos con Isaac e Israel. Nuestro tema de discusión de hoy es solamente sobre las promesas de pacto hechas con la naciente nación de Israel.

Si crees en la Biblia como lo deben hacer todos los cristianos verdaderos, sabes que estas promesas son eternas e indudables. Pero de alguna manera, con el paso del tiempo, cantidades tremendas de cristianos pertenecientes a varias denominaciones grandes se han apartado de la Biblia en lo que concierne Israel.

Las grandes denominaciones a continuación se han vuelto en contra de Israel (y en muchos casos la boicotean) en términos fuertes a pesar del hecho que Israel es mencionada en la Biblia 2,591 veces. 1) La Iglesia Unida de Cristo, 2) Iglesia Metodista Unida, 3) Iglesia Presbiteriana EE.UU., 4) Iglesia Metodista Británica, 5) Iglesia Unida de Canadá, 6) Consejo de Iglesias de Sudáfrica, 7) Consejo de Iglesias de Malasia, 8) Iglesia de Suecia, 9) Comité Central del CMI (Consejo Mundial de Iglesias). Y, aunque este no es un reflejo de las iglesias individuales dentro de la Iglesia Católica, algunas de las declaraciones y posturas del papa actual hacia Israel parecen ser extremas y antisemitas.

Para ponerlo en perspectiva, el 31% de la totalidad de la población mundial (6.9 mil millones o más) se encuentran entre los que declaran ser cristianos. Un gran porcentaje de éstos son representados por denominaciones antisemitas que han ignorado descaradamente la escritura, las promesas y pactos de Dios, y, para beneficio o propósito político, se han puesto en contra de Israel y han apoyado al supuesto pueblo palestino.

Mencioné anteriormente que el nombre de Israel se encuentra 2,591 veces en las escrituras. ¿Adivina cuántas veces se menciona la palabra palestino? ¡CERO! Aunque, para ser honestos, existe contención sobre esto. A los pro-palestinos les gusta decir que “palestino” es mencionado en Joel 3:4. A decir verdad, no es así por las siguientes razones: Joel 3:4 efectivamente utiliza la palabra hebrea “plesheth”, sin embargo, esta palabra ha sido traducida erróneamente a “palestino” cuando en realidad la palabra real se traduce como “philistia” o filisteo (Strongs #6429). El pueblo filisteo habitó en la antigua Siria y alternativamente fueron enemigos y en muy pocas ocasiones fueron un poco amigables hacia Israel. Pero mayormente fueron enemigos. El pueblo filisteo no existe más. Desaparecieron de las páginas de la historia hace muchísimo tiempo. NO HAY RASTRO de esa línea de sangre.

¿Quizá recuerdes el nombre YASSER ARAFAT? Hasta su muerte a la edad de 75 el 11 de noviembre de 2004, fue presidente de la Organización de Liberación Palestina (OLP). Fue este hombre quien maquinó una declaración totalmente falsa y un linaje para los ocupantes actuales de Cisjordania y Gaza e insistió a las Naciones Unidas y al mundo en general que ellos son descendientes directos del pueblo filisteo original. Una narrativa falsa en todos los aspectos. Pero las personas siendo humanas tienen una tendencia de creer lo que diga el que hable al último y el que hable más fuerte. La razón por la que Arafat promovía esta mentira es porque, si pudiera lograr que el mundo la creyera, podría presentar el argumento de que los ancestros del pueblo palestino habitaron la tierra prometida antes que los israelíes. Saben ustedes que hay un antiguo refrán que cabe mencionar, ¡una verdad que es 99% verdad, es una total mentira! No hay relación entre el pueblo palestino actual y los antiguos filisteos.

De igual manera, un asunto de contención extrema es la antigua ciudad de Jerusalén. En el centro de la ciudad se encuentra el antiguo Templo del Monte sobre el cual estuvo asentado tanto el primer como el segundo templo judío. 2 Samuel 24:24 ilustra el hecho de que el rey David compró el campo de trillar que después se convirtió en el Monte del Templo a un hombre llamado Araunah por 50 siclos de plata. Esto fue en el siglo 10 a.C. Su hijo el rey Salomón comenzó a construir el primer templo en este sitio y fue terminado en el 957 a.C.

¿Por qué es importante esto? Porque de acuerdo a otras declaraciones de líderes palestinos y muchos otros musulmanes del Medio Oriente, Jerusalén y específicamente el Monte del Templo pertenecían a los musulmanes antes que a los judíos y en muchos casos rotundamente niegan la historia judía o israelí en ese sitio. No obstante, hay un pequeño problema, uno de aproximadamente 1,500 años. El profeta Mahoma (fundador de la religión musulmana o islámica) no había nacido hasta el 570 d.C. y vivió solamente 62 años hasta su muerte el 8 de junio del año 632 d.C. El santuario existente más antiguo venerado por los musulmanes fue efectivamente construido en el Monte del Templo en Jerusalén en el siglo 7 d.C. mucho tiempo después de que el rey David compró la tierra. Esa construcción aún se encuentra de pie y se llama la Cúpula de la Roca, un santuario, mas no una mezquita. Muchas personas creen que la cúpula está situada exactamente encima del lugar santísimo del templo judío pero no concuerdo con eso por varias razones. Este es tema para otro artículo. De cualquier manera, Israel ocupaba la Tierra Santa y en particular Jerusalén siglos antes de que Mahoma fundó la religión del Islam.

La ciudad de Jerusalén es la capital de la nación moderna de Israel, así como del antiguo Israel, no solamente en la Biblia sino que hay documentos históricos establecidos que confirman esto como un hecho. Hoy el liderazgo palestino está intentando reclamar el Este de Jerusalén como su capital. Dentro de esta zona se ubica el Monte del Templo e Israel nunca cederá esa tierra. ¡JAMÁS! Ni lo debería de hacer. Para que quede claro, siento pena por los palestinos. Han sido tratados injustamente pero no por Israel, sino por otros pueblos árabes y musulmanes del Medio Oriente y hasta este día son usados como piezas en un juego político por los enemigos de Israel. Son gobernados por los líderes de Hamás en Gaza y por Fatah en Cisjordania. Fatah aun opera bajo el acta constitutiva de la antigua OLP pero ahora se hace llamar la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Ambas organizaciones (OLP y ANP) y sus líderes tienen (como parte de sus escrituras originales) como objetivo la completa y total destrucción de Israel. El mismo pueblo palestino ha sido indoctrinado por el odio y fanatismo en contra de un pueblo (todos los judíos en general) el cual tiene un objetivo claro: ¡Vivir en paz! Si te das cuenta, Israel no considera a sus soldados como parte de un ejército ofensivo. Son el IDF (Fuerza de Defensa Israelí). Se dice que Israel posee armas nucleares. ¿Has siquiera una vez sabido o escuchado que Israel amenace a otras naciones con su armamento? ¡No! Ellos buscan sólo la paz con los países vecinos.

Me gustaría ver que el pueblo palestino pueda tener su propia tierra pero no dentro de las fronteras de la tierra prometida por Dios para Israel muchos siglos atrás. He escrito ampliamente sobre esto en otros artículos así que no nos adentraremos mucho en este tema ahora.

El hecho de que el Monte del Templo y por extensión toda Jerusalén es tan disputado hoy es uno de los indicadores más firmes de que el mundo realmente se está acercando o ya está en los “tiempos finales”. Esto no debe sorprender a ningún cristiano que lea su Biblia. Dios claramente declara por medio del profeta Zacarías (Zacarías 12:2), “He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblo de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén.” Este asedio se aproxima y, políticamente hablando, ya ha comenzado. Actualmente hay 193 naciones miembros en la Asamblea General de las Naciones Unidas, además de dos estados observadores: 1) La Autoridad Palestina y 2) La Santa Sede. ¿Qué es la Santa Sede? Muchas personas no saben que el Vaticano (la sede central de la Iglesia Católica – La Santa Sede) es de hecho una nación independiente dentro de un enclave grande en la ciudad de Roma.

Del total de 193 naciones que pueden votar, hace 2 semanas 128 de ellas votaron en contra de que Estados Unidos cambiara su embajada de Tel Aviv a Jerusalén. ¿Por qué? Porque estas naciones no quieren reconocer frente a Israel que su capital antigua de Jerusalén sigue siendo su capital hoy en día. En este preciso momento hay tal alboroto y escándalo sobre este asunto que creo que la profecía de Zacarías se está llevando a cabo ante los ojos del mundo. Este es un asunto serio, amigos. Zacarías sigue en el versículo 3 y dice, “Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que TODAS LAS NACIONES DE LA TIERRA SE JUNTARÁN CONTRA ELLA.” Ahora mismo Estados Unidos y algunas otras pocas naciones respaldan y apoyan a Israel y su ciudad capital de Jerusalén. Pero eso cambiará en el futuro. Ahora por favor presta atención a Zacarías 12:9, “Y EN AQUEL DÍA YO PROCURARÉ DESTRUIR A TODAS LAS NACIONES QUE VINIEREN CONTRA JERUSALÉN.”

Es escalofriante pero los pueblos de la tierra parecen no tener idea de que el Creador del Universo hará exactamente lo que ha declarado, lo cual me trae de vuelta al tema de la iglesia confundida e indecisa en el mundo entero. No toda la iglesia en su totalidad porque ciertamente hay denominaciones y pastores que comprenden la importancia de Israel y Jerusalén en la mente y corazón de Dios. Muchos de estos son llamados “cristianos evangélicos”. Este es un grupo de iglesias, pastores y creyentes muy grande de diferentes denominaciones que comprenden que la Biblia es acertada y que solamente hay un camino hacia Dios y ese es Jesucristo. De igual manera la mayoría de los evangélicos apoyan a Israel y a Jerusalén como su capital.

Para aquellos de ustedes que son miembros de denominaciones que no apoyan a Israel, sólo puedo decir que han sido engañados por falsos maestros. Estás en graves problemas. En mi opinión, no puedes afirmar que amas a Jesucristo quien es el mesías de Israel y al mismo tiempo rechazar sus hermanos y hermanas de carne, el pueblo judío. Si tienes compasión puedes ayudar al pueblo palestino pero no a costa de Israel.

Para terminar este artículo quiero señalar enfáticamente un pasaje en Mateo 7:21-23 (Jesús hablando), “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.”

Esos MUCHOS que hacen maldad evidentemente sienten que son seguidores de Cristo. Probablemente asisten a la iglesia, diezman, ayudan en los albergues o hacen obras del Espíritu y aun así Jesús dice que no los conoce. No soy el juez pero me pregunto qué piensa el Señor sobre las personas que dicen seguirlo pero desprecian su lugar de nacimiento, sus hermanos y hermanas en la carne y su santa ciudad de Jerusalén en cuanto a la disputa sobre si es la capital de Israel o no. Solamente puedo exhortar a todos los que leen este artículo que seriamente den un vistazo a las escrituras y se hagan una pregunta. ¿Es mejor escuchar discursos doctrinales falsos de mis líderes denominacionales o escuchar la voz de Dios mismo?

Al leer este artículo has recibido consejo. Hay un antiguo dicho que dice: Un poco de conocimiento puede ser la cosa más peligrosa del mundo. Antes de actuar o continuar actuando en contra de Israel y Jerusalén, por favor toma el tiempo de informarte bien en cuanto a lo que Dios tiene que decir sobre estos temas. Tu destino eterno puede estar en la balanza.

Dios les bendiga,
Pastor Rance