Wednesday, January 17, 2018

DESDE MI CORAZÓN AL TUYO 2018

Queridos amigos y lectores,
¡Qué año hemos experimentado todos! Una de las presidencias de Estados Unidos más disputadas de todos los tiempos, Israel ahora despreciada por al menos 128 países quienes son miembros de las Naciones Unidas, los Estados Unidos comienzan a reducir el apoyo financiero de esta prestigiosa organización, señales de la desaparición de ISIS, la guerra nuclear de nuevo una amenaza para el mundo, Rusia y China en un carrera hacia dominio mundial… ¡y la lista continúa! 

Para aquellos de ustedes que estudian profecía bíblica, todas estas cosas pueden desencadenar tanto emoción (por la posible llegada pronta de nuestro rey) como una innegable tensión nerviosa (en cuanto a la hora exacta y lo que eso significará para el arrebatamiento de la iglesia). Ciertamente nadie sabe, ¿no es así? Sin embargo, es cada vez más difícil ver a nuestro mundo sin tener estos dos sentimientos de emoción e inquietud.

Desde mi corazón al tuyo 2018, es mi manera de decir “no temas porque el Rey lo tiene todo bajo control”. Entonces, quiero tomar algunos momentos para compartir con todos ustedes mis pensamientos y la manera en que todo esto se está suscitando en mi vida. Mi corazón.
He conversado con tantos creyentes a lo largo de los años que dicen, “¿pero qué no cada generación desde la cruz esperaba la venida de Cristo? Y por supuesto la respuesta sería un rotundo SÍ. No obstante, nuestra generación es la ÚNICA en la historia del mundo que puede mirar hacia atrás a la monumental cantidad de profecías bíblicas cumplidas que se llevaron a cabo el 14 de mayo de 1948 cuando, a pesar de la adversidad, Israel una vez más se convirtió en nación, después de 2000 años de no existir físicamente. A propósito, es la única nación que ha pasado por esto. Pero este artículo no trata sobre eso sino sobre la esperanza para el futuro. Una esperanza basada en las escrituras. Basada en un promesa indeleble escrita por Dios mismo. 1 Tesalonicenses 4:13-18 describe a Cristo viniendo para llevarse a su iglesia de este mundo. 2 Tesalonicenses 1-12 nos da detalle del arrebatamiento e incluso una pista sobre la hora. No LA HORA exacta en que ocurrirá pero ciertamente un tiempo relacionado con algunos acontecimientos clave. En varias ocasiones dice Jesús en el libro de Apocalipsis, “¡VENGO PRONTO!” Hay al menos 10 puntos que menciona Jesús sobre su retorno que se encuentran en los evangelios y 15 más sobre su segunda venida. ¿Por qué enfatizó estas promesas? Porque Él sabía que el final de los tiempos sería difícil, incluso para muchos de sus seguidores, poder ver más allá hacia la esperanza eterna.

Yo, por un parte, veo a la eternidad a través de ojos muy diferentes que muchos con los que he conversado. Quizá tú seas uno de aquellos bendecidos, como me considero ser, de ver los acontecimientos mundiales y saber que no son reales. Son reales en este planeta en este momento, pero no son reales cuando los comparamos con los millones y millones de años de vida eterna en un lugar muy especial llamado cielo porque eso es lo que se nos ha prometido. Todos los que hemos puesto nuestra fe en el Rey de reyes y Señor de señores. Todo lo que vemos hoy físicamente ante nosotros en esta tierra es temporal. Nuestra ciudadanía real ha sido transferida permanentemente. ¡Somos ciudadanos celestiales simplemente esperando a que nuestros cuerpos lleguen a su destino! 

Como pastor de muchos años he tenido que consolar a muchas personas que han perdido a seres queridos. De hecho yo mismo tengo varios. En mi caso tengo seres queridos en ambos lados del libro. Algunos salvos y algunos perdidos. Algunos bendecidos para toda la eternidad y algunos… sin bendición. Los hechos son hechos y si creemos en la Biblia la cual habla del cielo, entonces debemos también creer en “ese lugar en el más allá”. La palabra que a ningún creyente le gusta escuchar cuando es confrontado con el fallecimiento de un ser querido que no fue creyente: Infierno. Esa palabra en sí, al menos para mí, es la que me mantiene con la Gran Comisión siempre en la mente (Mateo 28:18-20).

Esto puede parecerte extraño pero es esa palabra, infierno, la que me ha detenido de aceptar dirigir un servicio funerario para un incrédulo. Quiero darles esperanza a los que se quedan y en estos casos simplemente no es posible. Y no doy muchos rodeos, simplemente no acepto aportar para esos servicios. Tampoco he ministrado una boda para incrédulos ni una sola vez. ¿Qué sentido tiene cuando las estadísticas mundiales nos dicen que los matrimonios entre incrédulos tienen muy poca oportunidad de tener éxito? Entonces, simplemente no lo hago.

No quiero que nadie piense que soy indiferente, así que por favor considera mis palabras dentro del contexto del hecho irrefutable de que para mí el cielo es un lugar muy real. Asimismo las palabras de Dios mismo quien dice en Salmo 116:15, “Estimada es a Jehová la muerte de sus santos”. Desafortunadamente hay muchos dentro de la iglesia que han malentendido este versículo para significar que Dios de alguna manera es insensible o mezquino. Tristemente son estas mismas personas quienes pueden haber pasado por tiempos desesperados y pensar que Dios los está castigando por un pecado pasado (del que se han arrepentido). ¡Ambas son infinitamente falsas! Al contrario, Dios dice en Salmo 103:12, “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.” Piensa en eso geográficamente por un momento. El oriente jamás llega a encontrarse con el occidente en ningún lugar de este planeta. El norte puede encontrarse con el sur pero el oriente nunca encuentra al occidente.

¿Y la muerte de los santos de Dios? Es evidente en el libro de Génesis que Dios creó a la humanidad para tener comunión con Él. Aunque no nos agrade la idea de despedirnos de nuestros seres queridos en esta tierra, ¿podría ser que Dios simplemente quiere, NECESITA que nuestro ser querido esté con Él en el paraíso? ¿Ahora mismo?

Es muy natural y bueno que los humanos hagamos luto por la pérdida de nuestros seres queridos. De hecho, he visto que intentar omitir o acortar ese periodo de luto es algo dañino. El dolor debe evolucionar naturalmente para que nosotros como seres humanos podamos llegar al punto donde, aunque extrañemos a nuestra madre, padre, abuela, hermana o hijo, tenemos consuelo al saber sin lugar a dudas que no están perdidos. Ni para nosotros ni para ningún otro creyente. Sencillamente han cambiado de hogar temporalmente. De hecho, con el transcurso del tiempo nos reuniremos con ellos y estaremos juntos por la eternidad. Esa es MI realidad. Mientras debo ayudar a las personas atravesar por el dolor de la pérdida de un ser querido con un gran grado de compasión, en mi mente y en mi corazón es una cuestión muy diferente. Verás, para los creyentes en Cristo, tengo una lista de verificación en mi mente, con nombres y un pequeño cuadro enseguida. Y cuando una persona (creyente) parte de esta tierra, particularmente los que han estado enfermos o con dolor, estoy emocionado de poder escribir una X en el cuadro que dice ¡A SALVO! Por supuesto, esto es algo muy privado porque debemos cuidar mucho de los sentimientos de las personas durante su luto.

Sin embargo ¿puedes imaginarlo? ¿Cómo será VER de frente el rostro de Jesús por primera vez? ¿Disfrutar de la inmensa gratitud de reunirnos con aquellos que han partido antes que nosotros? ¿Puedes imaginarte cómo es el río de agua viva o los diferentes tipos de colores vívidos que esta tierra ni siquiera es capaz de producir? ¿Las vistas y los sonidos de millones y millones de creyentes cantando y tocando instrumentos celestiales alabando a nuestro Dios? Y nuestros ángeles. Alguien dijo una vez, “cuando estás en problemas es porque tu ángel se encuentra en terapia”, en broma por supuesto. Pero en serio, disfrutaré mucho conversar con estos tipos al saber lo que han hecho para cuidarme de los problemas.

Hace algunos años leí un artículo sobre Albert Einstein, un hombre sumamente brillante. El autor, también científico, afirmaba que aun alguien tan mentalmente avanzado como el Sr. Einstein era capaz solamente de utilizar una muy pequeña parte de las habilidades mentales creadas por Dios en el cerebro humano. ¿Puedes imaginarte cómo será en el cielo cuando estemos libres de responsabilidades y “freneticidad”? ¿Cuando ya no estemos cargados por preocupaciones, ansiedad, dolor, estrés, lascivia, celos, odios y envidias o edad, sólo por mencionar algunas pocas emociones humanas de esta tierra? No más pensamientos sobre los peinados, la última moda, la dieta o por el temido GIMNASIO? ¿Cuando por fin seremos capaces de utilizar el 100% de las facultades mentales con las que hemos sido dotados?

Ahora, por favor no malinterpreten mi intención. Mientras me encuentre en esta tierra pretendo disfrutar por completo lo que tengo aquí. Me encanta pasar tiempo con mi familia y amigos, la buena comida, pasear en mi cuatrimoto, mi casa, y no tengo deseos de que termine pronto. Pero por otro lado también estoy listo para cuando el Señor decida “presionar el botón” para mi partida. También, como saben, sinceramente me encanta escribir artículos con base bíblica con la oportunidad de tocar las vidas de las personas. Pero aun más que eso es mi deseo intenso de saber y entender lo que la palabra de Dios dice acerca de mi futuro. Mi futuro a LARGO PLAZO. Para mí, que probablemente soy mucho mayor que muchos de ustedes que leen esto, es casi como si estuviera conectado al cielo con un elástico muy largo. Un elástico que día a día se va estirando más y más. Y sé que ciertamente llegará el día en que este elástico se estirará a su máxima potencia y, ya sea por muerte terrenal o por el arrebatamiento de la iglesia, en un abrir y cerrar de ojos, despegaré hacia el cielo y pasaré por cualquier cosa que se encuentre entre el Señor y yo. Eso podría suceder en algunos segundos o podrían ser en años. Pero de cualquier manera estoy contento de saber que ÉL sabe.

Mientras vivimos juntos en este tiempo incierto en la historia de este mundo, mi esperanza es que tú también tengas una perspectiva que esté centrada en tu vida ETERNA. Que sin importar lo que los canales de noticias tengan qué decir, puedas tener tu mente en Él quien nos ha dado el regalo de la vida eterna como un regalo de gracia gratis.

Desde mi corazón y mi hogar hasta el tuyo, tengan un feliz año nuevo en Cristo Jesús. Y recuerda sus palabras al final de la Gran Comisión (Mateo 28:18-20) “Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. AMÉN.”


Dios les bendiga a todos,
Pastor Rance