Tuesday, August 22, 2017

EL TEMOR DE DIOS, ¿de qué se trata? Un llamado de alerta

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El artículo de hoy trata sobre un asunto increíblemente importante. Muchas personas quieren y esperan escuchar sermones interminables sobre la gracia, el amor y la misericordia de Dios. Todo eso es completamente verdadero y nada puede apartar el amor profundo y perdurable que Dios tiene por los que hemos tomado la decisión de seguirle y obedecer sus santos mandamientos.
Sin embargo, hay otra cara de la moneda. Yo creo que la Biblia entera debe ser enseñada desde Génesis 1:1 hasta Apocalipsis 22:21. De otra manera, es fácil ver solamente algunas porciones de la escritura y eso hace que su totalidad sea muy desequilibrada. Es como aquellas personas que toman escritura fuera de contexto y en algunos casos elaboran argumentos teológicos basados en información incompleta y como resultado terminan con conclusiones defectuosas.
A mí me gusta explicar a Dios en los términos más sencillos posibles y uno de ellos es éste: Dios es como una moneda de dos caras. Sin la intención de faltar al respeto porque Dios es mucho más que un simple artículo de intercambio, sin embargo hay cosas en la naturaleza o inventos del hombre que son útiles para mostrar una conclusión divina.


Si tomas y miras cualquier moneda de tu país, generalmente verás grabados, mensajes, fechas o imágenes muy diferentes dependiendo del lado que estés observando. Ahora mismo, estoy viendo una moneda mexicana de 1 peso. En un lado tiene la representación del águila devorando una serpiente e identifica al país como “Estados Unidos Mexicanos”. En el otro lado aparece la fecha de 2003 y el símbolo de 1 peso. Es probable que si dos diferentes personas que nunca han visto esta moneda antes, describen esta moneda – cada una describa un lado diferente – ni una de estas personas entendería lo que está viendo o hablando la otra persona.
En muchas iglesias hoy en día, solamente se habla de un lado de Dios. El lado del amor, la gracia y la misericordia. Todo esto describe acertadamente a Dios. En otras iglesias, nada más se enseña el lado del fuego del infierno y la condenación. Eso también es acertado. La pregunta es, ¿qué lado es el que TÚ quieres conocer? y ¿no sería mucho mejor comprender el mensaje completo? Así como una moneda tiene dos caras, también Dios.
Antes de afectar tu fe veamos brevemente al lado amoroso de Dios. El primer texto en mi lista es Juan 3:16, “Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito para que todo aquel que en Él crea no se pierda mas tenga vida eterna.” No se puede llegar a algo mejor que eso. Pero hay más, mucho más. Salmo 86:15, “Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad.” Y en Salmo 136:26 se nos dice que la misericordia inalterable de Dios es para siempre.


Sofonías 3:17 nos dice que nos ama tanto que Él está en medio de nosotros, se goza sobre nosotros con alegría, se regocija sobre nosotros con cánticos y callará de amor. En Romanos 8 somos vencedores por medio de Él (Jesús) que nos amó. Romanos 5, Nos amó siendo aún pecadores y Cristo murió por nosotros de todas maneras.
Imagínate eso. Dios mismo, sentado en su trono celestial, ¡te ama tanto a ti personalmente que se regocija con cántico! Estoy simplemente asombrado por eso.
1 Juan 4:9-11, “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.”
Puedo citar muchas  más escrituras donde se nos dice que en el corazón de Dios nosotros – la humanidad - somos muy importantes. ¿Pero qué hay del otro lado de la moneda? Hay muchas personas que responden al “llamado al altar” pero años después es difícil ver los frutos del espíritu (Gálatas 5:22-26) en sus vidas. Aunque pocos en cantidad, puedo decirte por experiencia personal que algunas de las personas más mal intencionadas que he conocido han declarado ser cristianos. Por supuesto, no soy el juez y nadie más que Dios sabe cuándo tendrá seriedad una persona con su fe. Aun así, hay algo que les hace falta a muchas personas. Como pastor, siempre he enfatizado que un llamado al altar debe estar acompañado por un verdadero arrepentimiento angustiante y sincero. Si no hay arrepentimiento, no hay salvación. A propósito, no soy yo el que digo esto.
Juan el Bautista dijo en Mateo 3:2, “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Jesús dijo exactamente lo mismo en Mateo 4:17. Y asimismo en Marcos 1:5. Oh, ¿cuántas veces he escuchado que digan, “Si simplemente le entregas tu corazón a Cristo serás salvo”? Es verdad pero es una declaración a medias. No se menciona el arrepentimiento. ¿Adivina qué? Muchas de las personas que siguen esa declaración nunca siguen con su fe. La salvación es un regalo de Dios, comprado y pagado con la sangre de Cristo. Sin embargo, después de recibir la salvación, hay un seguimiento. Se espera de nosotros actuar y comportarnos de maneras que son aceptables para Dios. Habiendo dicho esto, sólo ha existido una persona perfecta, Jesucristo. Los cristianos cometemos errores, y a veces errores muy graves. En ocasiones pecamos contra Dios y contra la familia y la iglesia. Pero aun entonces hay un camino al perdón pero, una vez más, debe anteceder un arrepentimiento sincero.


Dios tiene una línea espiritual marcada en la arena. Una línea que, cómo creyentes, nunca debemos cruzar. ¡NUNCA!
Otro recordatorio: Repito esto porque no quiero que nadie dude de su salvación en base a este mensaje. Somos salvos por la gracia de Dios y no por obras que nosotros podamos hacer. No obstante, después de la salvación hay expectativas para nosotros y eso lo podemos ver en una breve escritura pronunciada por Jesús mismo. Lucas 6:46, “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”
Luego se nos dice acertadamente en Gálatas capítulo 5 EXACTAMENTE cuál es la diferencia entre los frutos de la carne y los frutos del Espíritu. Puedes refrescarte la memoria consultándolos pero la conclusión es, ¡CARNE = MALO, ESPÍRITU = BUENO! Habiendo dicho esto, todos cometemos algunos errores y Dios ha provisto para esos tiempos, de nuevo, a través del arrepentimiento sincero.
Para mostrar un ejemplo de una “línea en la arena” muy relevante, echemos un vistazo a la palabra “celoso” – como en el caso de un Dios celoso. ¿Sabías que uno de los nombres formales de Dios es CELOSO? En Éxodo 34:14, “Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es CELOSO, ¡Dios celoso es!” Ese mismo tema se menciona de nuevo en los Diez Mandamientos de Éxodo 20:1-17. De hecho, hay al menos 17 referencias en la escritura donde dice que Dios es un dios celoso. En la antigüedad, las personas se acercaban a Baal para adorarlo. Adoraban imágenes de piedra o madera que pensaban eran algún tipo de presencia divina.


Hoy en día, en las naciones desarrolladas, esa adoración a dioses falsos puede ser ese automóvil Corvette de colección en la cochera, los ahorros y las acciones, ropa, una carrera, ¿o, qué otra cosa? No hay nada de malo con tener posesión de estas cosas. La pregunta es, ¿ocupan una prioridad en el corazón de una persona antes que Dios?
Salmo 7:11 expone claramente que Dios esta airado con los malvados cada día. Ah, pero puedes decir, “SOMOS SALVOS y por lo tanto ya no somos malvados.” ¿Entonces, significa esto que todo el que diga Señor, Señor es salvo y no es malvado?
Quizá debamos echar otro vistazo a algo que dijo Jesús en Mateo 7:21-23, “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”
Ahora, amigos, estas personas, quien sea que sean claramente reconocen a Jesucristo como su Señor. Ellos piensan que están haciendo su voluntad. Evidentemente piensan que han actuado de parte de Dios. Pero, ¿cuál es su respuesta para ellos?
“¡Y ENTONCES LES DECLARARÉ: NUNCA OS CONOCÍ; APARTAOS DE MÍ, HACEDORES DE MALDAD!”


Bueno, eso está para asustarse.
Mi respuesta para eso y mi opinión es que hay personas que de hecho respondieron a un llamado al altar en algún momento de sus vidas y de hecho a partir de entonces empezaron a servir en algún ministerio. Sin embargo, la pregunta es, ¿recibieron a Jesús sólo en sus mentes (y no en sus corazones)? Y ¿realmente se arrepintieron de sus pecados? ¿Se embarcaron a algún tipo de aventura por medio del ministerio pero jamás cambiaron su estilo de vida? Recuerda que Jesús les dijo que estaban PRACTICANDO rebeldía. Esa no es una indicación de una pecaminosa metida de pata por aquí y por allá que requiera de un arrepentimiento nuevo. Todos nos enfrentamos a esos tiempos donde pensamos que hemos superado algún comportamiento pecaminoso del pasado o incluso nuestros pensamientos, sólo para descubrir que metemos la pata otra vez. En esos tiempos vamos a nuestro Padre celestial y le decimos que lo sentimos (nos arrepentimos de manera sincera) – Él nos perdona y continuamos con nuestras vidas.
No, estas personas en Mateo capítulo 7 piensan que conocen al Señor pero tristemente ¡Él NUNCA LOS CONOCIÓ! Puede que luzcan bien los domingos, pero aun así practican la maldad. Solamente hay un final para esa historia y es uno muy perturbador y escalofriante. ¿Y cuál es la peor parte? Que Jesús dijo que MUCHOS le dirán eso. ¿Vemos aquí una explicación del camino estrecho y el camino ancho y a dónde se dirigen?
Permíteme hacerte una pregunta. ¿Conoces a alguien que se ve, se comporta y habla de una manera piadosa los domingos por la mañana pero su caminar con Dios no es evidente el lunes por la mañana?
Mientras no debemos ser críticos, Jesús sí dijo que los reconoceríamos por sus frutos. Pero aquí hay otra pregunta que igualmente se aplica a mi persona. ¿Cómo nos vemos nosotros en público? Cuando un pecador inconverso nos ve, dice, “Wow, esa persona tiene algo que yo necesito” o dice, “¿Por qué rayos querría yo ser como ese hombre o esa mujer?”? Simplemente otro ejemplo del típico cristiano HIPÓCRITA.
Soy miembro del club de los que dicen que “Cristo viene pronto”. No sé exactamente cuándo pero yo en lo personal no quiero que me encuentre practicando rebeldía cuando venga. Este mensaje es para mí como lo es para ti. El tiempo se acaba, amigos. Es hora de que cada uno de nosotros nos autoanalicemos.
El temor de Dios no es algo malo. Proverbios 9:10, “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.”
Es hora de que alcemos los ojos y levantemos nuestra cabeza porque nuestra redención está cerca (Lucas 21:28).
Dios les bendiga a todos en el nombre de Jesús,
Pastor Rance