Tuesday, October 3, 2017

Día de la Expiación (Yom Kipur) ¿Por qué debería ser de importancia para los cristianos?

Queridos amigos y lectores,

Estoy escribiendo esto el 22 de septiembre de 2017, el último día de las TROMPETAS. Francamente, estoy de cierta manera impactado pero extremadamente contento que tantas personas de diferentes países hayan leído el artículo de la semana pasada titulado “Las Trompetas (Rosh Hashana), ¿Posiblemente el presagio más significativo de lo porvenir?”


Impactado porque he estado enseñando todo esto (así como lo han hecho otros) por muchos años y, de manera general, pocos dentro de la iglesia han tenido interés. Estoy contento porque parece que recientemente muchos más cristianos están abriendo sus ojos ante la suma relevancia de los días santos del Antiguo Testamento dados a los hombres hace más de 3,500 años en el libro de Levítico capítulo 23. Y claro, antes de que frunzas la ceja, somos creaciones del Nuevo Testamento, salvados por la expiación de la sangre del cordero de Dios y nuestra salvación no puede ser obtenida por obras de la ley. Es un regalo de Dios. Desafortunadamente, en algunos círculos cristianos esto se ha traducido a, “No malgastes el tiempo con el Antiguo Testamento”. Esta es una gran falacia dado que muchas profecías bíblicas mencionadas en el Antiguo Testamento siguen siendo acontecimientos futuros para todos nosotros en este mundo.

Para mi gran satisfacción, cada vez más cristianos están comprendiendo la importancia de Israel en la mente y corazón de Dios. Ciertamente las cosas parecen estar cambiando and yo personalmente creo que es porque de hecho estamos más cerca que nunca a los “últimos días”. Mientras no podemos saber fechas específicas del futuro cumplimiento de la profecía bíblica, es casi imposible no ver y comenzar a entender las “señales de los tiempos” (Mateo 16:2-3).
El artículo de la semana pasada puntualizaba que nosotros (el mundo actual) estamos en los “GRANDES DÍAS SANTOS” y el evento después de las Trompetas es el DÍA DE LA EXPIACIÓN (Yom Kipur). Como recordatorio, de los siete días prescritos por Dios, Jesucristo el Mesías de Israel cumplió perfectamente con los primeros cuatro los cuales se llevan a cabo en la primavera. Eligió dar su vida (morir) en la PASCUA, fue sepultado en EL PAN SIN LEVADURA y fue resucitado de los muertos en LOS PRIMEROS FRUTOS. Luego, 50 días después el Espíritu Santo fue dado por Dios a los apóstoles y discípulos originales y así nació la iglesia.


Entonces podremos preguntarnos ¿cómo es relevante el DÍA DE EXPIACIÓN para nosotros como cristianos? El artículo de la semana pasada especulaba sobre si en un año futuro, el día de las TROMPETAS podría relacionarse con el arrebatamiento (rapto) de la iglesia. Sólo el tiempo dirá, sin embargo, siete días después de las Trompetas comienzan la víspera del DÍA DE LA EXPIACIÓN. Regresaremos a este punto en un momento pero primero, la “especulación” es que, si Jesús eligió cumplir perfectamente los primeros cuatro días santos durante la primera en su primera venida, ¿hay posibilidad de que también cumplirá los últimos tres días santos, que se llevan a cabo en el otoño, en su segunda venida? ¿No es algo grandioso la comprensión retrospectiva? No se puede negar lo que ha sucedido en el pasado pero debemos ser muy cuidadosos en respetar el futuro y no intentar forzar convertir nuestras propias opiniones teológicas en un tipo de molde eterno que podría o no podría llevarse a cabo de acuerdo a nuestros deseos para el futuro.

Asimismo, por favor recuerden siempre que el acontecimiento llamado “el arrebatamiento” es INMINENTE en naturaleza. Esto significa que absolutamente nada, hablando proféticamente, necesita suceder antes de que este acontecimiento bendito suceda. Aun si las TROMPETAS resultan ser un presagio del futuro arrebatamiento, eso no quiere decir que debemos estar sentados esperando que llegue el día de las TROMPETAS cada año. La Palabra nos manda a predicar la Palabra a tiempo y fuera de tiempo (2 Timoteo 4:2) y también debemos de estar ocupados hasta que Yo (Jesús) venga (Lucas 19:13). Nada de vacaciones amigos, honra tu compromiso con la iglesia. El mundo no se salvará mientras estemos sentados en las bancas o detrás de un escritorio y esperar a que lleguen a nosotros. Tampoco sucederá si sólo nos reunimos en comunión dentro de las paredes de la iglesia. ¡La Gran Comisión es responsabilidad de todos!
Habiendo dicho eso, como remarqué la semana pasada, Dios tiene un extenso historial de hacer las cosas de maneras específicas y no es algo descabellado examinar posibilidades con sentido que dan qué pensar. De esa manera, especulamos que de los tres grandes días santos, ¿hay una posibilidad perceptible que las TROMPETAS podría en un año futuro ser un indicador del arrebatamiento de la iglesia? ¿Y que el DÍA DE LA EXPIACIÓN  podría alinearse con la segunda venida de Jesús? Y por último, ¿que los TABERNÁCULOS podría ser una señal del comienzo del reinado del milenio de Cristo?


¿Se han dado cuenta que Dios hace mucho uso de los números? Recientemente escribí un artículo que no discutiremos hoy pero remarca que hay varios números que se repiten frecuentemente en acontecimientos bíblicos. Los números 3, 7, 40, 70, etc. Como todos sabemos, el profeta Daniel identificó momentos muy específicos para todos los acontecimientos  que se llevarán a cabo en el último libro de la Biblia, Apocalipsis. Hay dos periodos distintos de 3 años y medio para hacer un total de 7. Muchos creen (me incluyo) que el arrebatamiento de la iglesia precede los 7 años en Apocalipsis. De igual manera, personalmente me parece increíblemente interesante que a los días santos de las TROMPETAS le sigue el DÍA DE LA EXPIACIÓN exactamente 7 después. En otras palabras, ¿¿¿si (UN GRAN SI), las trompetas es una señal del arrebatamiento de la iglesia algún día, entonces 7 años después (el tiempo exacto que tarda en cumplirse el Apocalipsis) podría realizarse la segunda venida de Cristo en el DÍA DE LA EXPIACIÓN??? Puedes decir: pero esos son días, no años – no hay conexión.

Quizá no. Pero por el otro lado, Dios mide el tiempo de maneras muy diferentes al calendario gregoriano o un reloj de 24 horas. Un ejemplo de esto se encuentra en Salmos 90:4, “Porque mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche.” Este tema se repite en 2 Pedro 3:8, “… para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.” Aplicando esto, el profeta Daniel profetiza sobre un tiempo futuro de SETENTA SEMANAS en los cuales las primeras 69 semanas de años equivalen a un periodo de 483 años de 360 días cada uno y culminan con “el fin del Mesías”  (cumpliéndose esto con su muerte y resurrección). Esto deja una semana futura, la que Daniel identifica como un periodo de 7 años, los cuales sabemos que son los 7 años del libro de Apocalipsis o el periodo de la gran tribulación.
Otros artículos examinan los aproximadamente 2000 años que han acontecido entre “el fin del Mesías” y el comienzo de la tribulación que es aún en un tiempo futuro. Sin embargo, básicamente ese es el tiempo en que los gentiles se suman a la iglesia de Cristo la cual está compuesta de tanto judíos como gentiles que han puesto su fe en Jesucristo como su Mesías. Un repaso breve de Romanos capítulo 11 te iluminará esta cuestión.


Me doy cuenta que este tema es complejo y es por eso que explico (brevemente) algunos de los detalles para que ustedes, como lectores, puedan obtener un vistazo general del plan de Dios. Un último punto antes de regresar al DÍA DE LA EXPIACIÓN. El libro del profeta Jeremías habla de un tiempo futuro que se describe como “el tiempo de los problemas de Jacob”. Como recordarán, Abraham tuvo un hijo llamado Isaac quien a su vez tuvo un hijo llamado Jacob a quien Dios cambió el nombre a ISRAEL. Jeremías 30:7 habla del tiempo de la gran tribulación (libro de Apocalipsis) y dice “¡Ah, cuán grande es aquel día! Tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.” Esta es una (y sólo una) de las razones porqué las personas creen en una tribulación seguida del rapto, porque esos últimos 7 años se tratan de Dios finalmente trayendo a Israel (Jacob) a tener completa y total comunión con Él. Los años de tribulación no tienen nada qué ver con la iglesia, cuyos pecados ya han sido expiados por medio de la cruz de Cristo.


La próxima semana, el 29 de septiembre es la víspera del  DÍA DE EXPIACIÓN, el cual dura hasta el 30 a las 7:05 pm. hora de Jerusalén. Históricamente, este es el centro de los grandes días santos porque era el único día de cada año en el cual el sumo sacerdote judío podía entrar al lugar santísimo del templo y ofrecer un sacrificio por sus pecados y los del pueblo judío. Debido a que la intención de este tiempo solemne es de arrepentimiento de corazón, no es un día de festín. Más bien es un tiempo de búsqueda espiritual e introspección para pedirle perdón a Dios.
Dedicaré el resto de este artículo a la relevancia del DÍA DE EXPIACIÓN para los cristianos de hoy. Pero hay algo muy importante que debemos recordar. El profeta Isaías en el capítulo 1, versículo 18 presenta una imagen de Dios diciendo a su pueblo que venga y se pongan a cuentas con Él. ¡Qué declaración! “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta.” “Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos…” El perdón siempre llega después de un arrepentimiento sincero.


De manera interesante, era y aún es costumbre para las personas que guardan este día santo vestir de BLANCO lo cual simboliza pureza y la promesa de que nuestros pecados serán emblanquecidos. Vemos un reflejo similar de pureza en la antigua costumbre de la novia virgen vestida de blanco para simbolizar su pureza al entrar al matrimonio. Sin embargo, para los creyentes en Cristo, hay un simbolismo aún mayor en Apocalipsis 19:7-9 cuando habla sobre la NOVIA DE CRISTO. “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.”
¿Quién es la novia de Cristo? Los creyentes judíos y gentiles de todas las edades que se han arrepentido de sus pecados (y han sido perdonados) y han puesto su fe en Cristo.


Todos los cristianos sabemos que Jesús ha provisto para nuestra expiación, Romanos 3:23-24 “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.” Por lo tanto, para los cristianos, el DÍA DE LA EXPIACIÓN sirve un propósito específico hoy y quizá un propósito aún mayor en el futuro. Primeramente, en el aquí y ahora, este día santo debería siempre hacernos recordar que la redención – salvación no puede y nunca podría llegar por medio de las obras de la ley ni por la sangre de los sacrificios de animales. Sin embargo, el Señor nos dice que la vida está en la sangre (Levítico 17:11) “Yo (Dios) os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas”. Pero la sangre expiatoria del Antiguo Testamento era temporal y tenía que ser renovado año tras año.
El apóstol Pablo esclarece este tema para los seguidores de Cristo en Hebreos 9:13-14, “Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto MÁS la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?


Qué gran regalo es la salvación por gracia. El mundo entero tiene ese regalo esperándolos frente a ellos – envuelto y listo para ser abierto. No obstante, la mayoría se quedará viendo de lejos a ese hermoso regalo sin siquiera abrirlo nunca.
La segunda razón por la que el DÍA DE LA EXPIACIÓN puede ser de importancia para nosotros como cristianos es que si en algún momento en el futuro, Dios agenda este día como el momento para la segunda venida de Cristo, entonces ustedes y yo y todos los creyentes que han vivido antes que nosotros, seguirán a Cristo sobre caballos blancos vestidos de lino limpio y resplandeciente del cielo regreso a la tierra. Su descripción será (Apocalipsis 19:12-16) “Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino Él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre, y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y Él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”


Entonces amigos, cuando comencemos a desanimarnos mientras todas las cosas de este mundo empeoran a nuestro alrededor cada día, lo que acaban de leer arriba es lo que debemos anhelar. No se desanimen, no se den por vencidos, nunca dejen de vivir la vida al máximo. Cásense, tengan hijos, trabajen duro, busquen una buena iglesia de sana doctrina, compartan su fe con todos los que tengan cerca y un día, sin previo aviso, ¡escucharán el sonar de la trompeta desde el cielo y en un abrir y cerrar de ojos…!
Lucas 21:28 “¡Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca!”
Una última palabra, amigos. Si estás titubeando espiritualmente y no te has comprometido completamente y de lleno al Señor, ¿por qué está pasando eso? La respuesta frente a ti es obvia. Arrepiéntete sinceramente ante Dios y ora para que te conceda el regalo de la salvación para que te unas a su ejército de una vez por todas.
Dios les bendiga a todos,
Pastor Rance